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El modernismo en la literatura ecuatoriana, que floreció a finales del siglo XIX y principios del XX, representa un período de renovación artística y literaria marcado por la influencia de movimientos europeos como el simbolismo y el parnasianismo. Esta corriente literaria se caracteriza por su búsqueda de la belleza y la perfección formal, el uso de un lenguaje refinado y musical, y la exploración de temas universales como el amor, la muerte y la naturaleza.

En Ecuador, el modernismo encontró una voz poderosa en autores como Medardo Ángel Silva, Ernesto Noboa y Caamaño, y Humberto Fierro. Estos poetas se distinguieron por su sensibilidad estética y su capacidad para combinar elementos locales con influencias extranjeras, creando una literatura rica en imÔgenes y simbolismos.

La Generación Decapitada

lamó generación decapitada a los cuatro poetas ecuatorianos:

  • Medardo Ɓngel Silva
  • Arturo Borja
  • Ernesto Noboa y CaamaƱo
  • Humberto Fierro

Aunque a ninguno de ellos le cortaron la cabeza, se los llama decapitados porque todos se suicidaron y su poesĆ­a compartĆ­a caracterĆ­sticas similares.

Características de la Generación Decapitada

Estos cuatro autores comparten los siguientes aspectos:

  • Ellos fueron los primeros en escribir, en el Ecuador, dentro de la corriente del MODERNISMO.
  • TenĆ­an influencias de los poetas franceses de la Ć©poca (Baudelaire, Rimbaud, Verlaine).
  • Sus poemas tienen una atmósfera de desolación, tristeza y nostalgia por la vida que llevan y tratan de evadirla.
  • Para ellos la realidad era maldita y no merecĆ­a ser vivida.

Algunos poemas de los autores

Medardo Ɓngel Silva

El alma en los labios

Cuando de nuestro amor la llama apasionada
dentro tu pecho amante contemple ya extinguida,
ya que solo por ti la vida me es amada,
el dƭa en que me faltes, me arrancarƩ la vida.
Porque mi pensamiento, lleno de este cariƱo,
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo.
Lejos de tus pupilas es triste como un niƱo
que se duerme, soƱando en tu acento de arrullo.
Para envolverte en besos quisiera ser el viento
y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento
para poder estar mƔs cerca de tu boca.

Vivo de tu palabra y eternamente espero
llamarte mĆ­a como quien espera un tesoro.
lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero
y, besando tus cartas, ingenuamente lloro.
Perdona que no tenga palabras con que pueda
decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda
”dejar mi palpitante corazón que te adora!

Medardo Ɓngel Silva

Arturo Borja

Para mĆ­ tu recuerdo

Para mĆ­ tu recuerdo es hoy como una sombra
del fantasma que dimos el nombre de adorada…
Yo fui bueno contigo. Tu desdƩn no me asombra,
pues no me debes nada, ni te reprocho nada.
Yo fui bueno contigo como una flor. Un dĆ­a
del jardƭn en que solo soƱaba me arrancaste;
te di todo el perfume de mi melancolĆ­a,
y como quien no hiciera ningĆŗn mal me dejaste…
No te reprocho nada, o a lo mƔs mi tristeza,
esta tristeza enorme que me quita la vida,
que me asemeja a un pobre moribundo que reza
a la Virgen pidiendo que le cure la herida.

Arturo Borja

Ernesto Noboa y CaamaƱo

EMOCION VESPERAL
A Manuel Arteta, como a un hermano

Hay tardes en las que uno desearĆ­a
embarcarse y partir sin rumbo cierto,
y, silenciosamente, de algĆŗn puerto,
irse alejando mientras muere el dĆ­a;

Emprender una larga travesĆ­a
y perderse despuƩs en un desierto
y misterioso mar, no descubierto
por ningĆŗn navegante todavĆ­a.

Aunque uno sepa que hasta los remotos
confines de los piƩlagos ignotos
le seguirĆ” el cortejo de sus penas,

Y que, al desvanecerse el espejismo,
desde las glaucas ondas del abismo
le tentarÔn las últimas sirenas.

Ernesto Noboa y CaamaƱo

Humberto Fierro

TU CABELLERA

Tu cabellera tiene mƔs aƱos que mi pena,
Ā”Pero sus ondas negras aĆŗn no han hecho espuma…!
Y tu mirada es buena para quitar la bruma
Y tu palabra es música que el corazón serena.

Tu mano fina y larga de Belkis, me enajena
Como un libro de versos de una elegancia suma;
La magia de tu nombre como una flor perfuma
Y tu brazo es un brazo de lira o de sirena.

Tienes una apacible blancura de camelia,
Ese color tan tuyo que me recuerda a Ofelia
La princesa romƔntica en el poema inglƩs;

”Y un corazón del oro. . . de la melancolía!
La mano del bohemio permite, amiga mĆ­a,
Que arroje algunas flores humildes a tus pies.

Humberto Fierro